Nueva terapia contra un cáncer de mama avanzado

Detiene la diseminación de la enfermedad en el organismo

Una pequeña pastilla, que se toma una sola vez al día, promete ser una nueva opción terapéutica para el 25% de las mujeres con cáncer de mama, que tienen un tipo más agresivo, HER2 positivo, que no responde a otras terapias disponibles.

Este nuevo fármaco, que los oncólogos consultados consideran primero en su clase, demostró en estudios sobre pacientes que potencia el efecto de otras terapias y detiene la diseminación de la enfermedad (metástasis) a otros órganos, en especial, el cerebro.

El HER2, o receptor 2 del factor de crecimiento epidérmico humano, es un gen que puede producir cáncer (oncogén) cuando una alteración hace que produzca demasiada proteína con el mismo nombre (receptor HER2), que estimula el crecimiento celular. Un tumor HER2 positivo indica que es agresivo, crecerá rápido y responderá menos a la quimioterapia. Por lo tanto, esas pacientes tienen alto riesgo de desarrollar metástasis.

A diferencia de los anticuerpos monoclonales, drogas que actúan sobre los receptores HER1 (otro factor de crecimiento) y HER2 en la superficie de la célula tumoral, la nueva terapia, lapatinib, inhibe esos receptores dentro de la célula. Esto impide que le envíen información al núcleo celular para su división.

"La enfermedad se paraliza y hace que por muchos meses, o años quizás, la paciente no sufra su reaparición. No es la píldora que cura el cáncer, pero sí una droga que incide mucho en su control. Ahora la estamos probando más precozmente, es decir, en mujeres con cáncer de mama HER2 positivo que aún no desarrollaron metástasis", explicó ayer el doctor Hernán Cortés-Funes, jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid, después de presentar los resultados de los ensayos sobre la nueva droga.

El doctor Guillermo Lerzo, jefe de Unidad Internación/División Medicina del Hospital Municipal de Oncología Marie Curie, sostuvo que "lo más importante de esta terapia es que ocupa un lugar para el que no había un tratamiento disponible. Es una esperanza más para controlar una enfermedad avanzada. Una de cada cuatro pacientes sería sensible a esta terapia, que retrasó 8,5 meses la progresión de la enfermedad y tiene un bajo perfil de toxicidad". Lerzo participó en el estudio multicéntrico internacional sobre la efectividad del tratamiento con lapatinib.

"Las mujeres -recomendó Cortés-Funes- no deben tenerle temor al cáncer de mama. Si no se cura con cirugía o radioterapia, existen muchas opciones para revertir o controlarlo cuando vuelva a aparecer y sin alterar la calidad de vida."

Fabiola Czubaj La Nación (Argentina)