quinta-feira, 27 de setembro de 2007

Cristina Kirchner passou o exame em New York, com perguntas cantadas de antemão

EL VIAJE PRESIDENCIAL : LAS PRIMERAS REACCIONES TRAS EL ENCUENTRO

Molestia entre los empresarios: nunca llegaron las preguntas comprometidas


No se habló de temas críticos. Para algunos, la organización bloqueó preguntas.
A LA MESA. CRISTINA KIRCHNER, AYER,
EN UN SALON DEL WALSDORF ASTORIA, EN EL ALMUERZO CON LOS EMPRESARIOS.


Ana Baron NUEVA YORK CORRESPONSAL
abaron@clarin.com


Tres inversores estadounidenses estaban por salir del Holtel Waldorf Astoria después de haber asistido al almuerzo organizado por el Consejo de la Américas en honor de Cristina Kirchner, cuando esta corresponsal les pregunto qué les había parecido el discurso.

"Le decimos si no cita nuestros nombres. Estamos muy sorprendidos porque no habló de la inflación. Es el problema más importante en la Argentina" dijo uno de ellos que trabaja en el sector energético. "Faltó definición sobre qué hará con los bonistas que quedaron fuera del canje", dijo el otro que trabaja en Wall Street. "No entiendo. Hacer una campaña electoral sin hablar de la inflación es como si aquí los candidatos a presidentes no mencionaran el tema Irak cuando hablan de política exterior, es impensable", remató la única mujer del grupo que era visiblemente la más enojada.

Entre algunos empresarios y operadores en Wall Street argentinos la reacción no fue menos crítica. "Esto estaba todo arreglado", sugirió uno de los entrevistados que "on the récord" dijo que el discurso había sido muy articulado, pero "off the récord" agregó que estaba seguro de que las preguntas que fueron realizadas por escrito al final de discurso habían sido arregladas de antemano "Eran light. No puede ser que nadie haya preguntado por las tarifas o por la inflación", dijo.

Al comienzo del almuerzo, Susan Segal, la presidenta del Consejo de las Américas explicó que había en cada mesa unas tarjetas donde los invitados podían escribir sus preguntas. Muchos lo hicieron. "En mi mesa hubo tres empresarios que me dijeron que preguntaron sobre la inflación pero Segal no las preguntó" confió a Clarín otro inversor.

De hecho, Segal preguntó sobre microfinanciamiento, educación, la mujer y la economía y una muy abierta sobre las presiones sobre la economía. No hubo preguntas directas sobre los temas que preocupan a Wall Street, lo que le permitió a Cristina no dar las esperadas respuesta.

El almuerzo tuvo lugar en uno de los elegantes salones del Waldorf situado en el piso 18, que estaba totalmente repleto. "Hay mucha expectativa" dijo una estadounidense. "El almuerzo tuvo 10 patrocinadores (Monsanto, McDonald's, Duke Energy International, Occidental, Panedile, Barrica y otros). Esto es muy inusual", agregó.

"Yo vengo porque mi empresa esta muy interesada en la Argentina" sostuvo la representante de una empresa de computación. "El problema es que los impuestos allí son altísimos. Los afectados en estos casos son los consumidores", agregó al final.

A la salida de la reunión estaba, sin embargo, muy contenta con lo que había escuchado. Cristina habló sobre su interés en el sector computación. Otros le dieron crédito por haber hablado de los problemas energéticos, y de haber reafirmado que mantendrá un superávit fiscal alto. "A mí eso me parece importante", dijo.

El más optimista, como siempre, fue el ex director del BID. Enrique Iglesias. Fue un discurso con un alto nivel de información sobre lo que se hizo y lo que hay que hacer en la Argentina. Pero muchos consideraron que se fueron igual que como llegaron: sin respuestas.

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