Santa Fe, la nueva patria socialista de Argentina
El candidato socialista cumplió los pronósticos y se impuso por 10 puntos a Bielsa. El triunfo se sustentó en la gran elección que realizó en la capital provincial y en Rosario. Binner contó que el presidente Kirchner llamó para felicitarlo. Es la primera vez que el justicialismo pierde en Santa Fe. Bielsa se adjudicó la responsabilidad.
Por Pablo Feldmandesde Rosario
Página/12
A las 21.40 sonó el teléfono en la casa de Hermes Binner; del otro lado de la línea llegó la felicitación: “Muy bien, Hermes, hiciste una gran elección”. Así se inició el diálogo entre el presidente Néstor Kirchner y el dirigente socialista. Después de algunas horas de tensión, de datos cruzados y “veda” en la difusión de sondeos, el saludo presidencial puso fin a la reticencia del Frente para la Victoria para reconocer la derrota. Hermes Binner se transformó ayer en el primer gobernador socialista de la historia. La lentitud con que se fueron conociendo los cómputos oficiales no aplacaron el entusiasmo de los militantes que desde el mediodía –a partir de más de un boca de urna– comenzaron a desplegar su algarabía. Con el 95 por ciento de las mesas escrutadas, Binner se imponía por casi 10 puntos sobre Rafael Bielsa, candidato del Frente para la Victoria, a partir de una arrasadora performance en Rosario, donde el intendente Miguel Lifschitz obtuvo su reelección con cerca del 60 por ciento de los votos. Esa diferencia y el resultado en la capital provincial –donde el socialismo obtuvo una victoria inédita– abrieron una brecha indescontable para el peronismo en el interior de la provincia. “Es una jornada histórica, estamos muy reconocidos a los santafesinos, contentos con el triunfo y comprometidos con el futuro”, dijo Binner.
Al filo de la medianoche, el último cómputo le daba al Frente Progresista de Binner el 48,55 por ciento de los votos, contra el 38,87 por ciento que cosechaba el Frente para la Victoria de Bielsa.
Cerca del 73 por ciento de los empadronados concurrió a votar en una jornada primaveral, en la que no se registraron incidentes. Binner ganó en la mayoría de las ciudades importantes, imponiéndose en bastiones históricos del justicialismo. No habían cerrado los comicios y el encuestador Manuel Mora y Araujo ya le había acercado al bunker socialista un “corte” que le asignaba 15 puntos de ventaja en toda la provincia. Pero con el correr de las horas, una vez más fue Julio Aurelio –como en los días previos al comicio– el que sembró la incertidumbre con una medición que le asignaba a Bielsa un 2 por ciento de ventaja; aunque, minutos antes del reconocimiento de los resultados, Aurelio salió por la puerta de proveedores del Hotel Riviera.
Una hora después del llamado presidencial, Binner llegó al Patio de la Madera –donde el socialismo instaló su bunker– y en medio de una ovación ensordecedora saludó junto a su compañera de fórmula, Griselda Tessio, al intendente Lifschitz, al titular del socialismo, el senador Rubén Giustiniani, y otros aliados y dirigentes del partido que se sumaron al festejo.
“Un minuto de silencio, para Bielsa que está muerto”, “y ya lo ve, es para Bielsa que lo mira por TV”, fueron algunos de los cánticos que retumbaban en el auditorio. Binner, sin perder la compostura, de impecable traje, colocó un portarretratos con la foto de Guillermo Estévez Boero en el atril y se dirigió al millar de militantes que no paraban de cantar.
“Les hablo a todos los jóvenes que trabajan y sueñan con tener una esperanza, a los niños que no eligieron en qué cuna nacer... vamos a trabajar para una provincia más justa, que recupere su cultura, sus valores”, y recordó a Estévez Boero y a Lisandro de la Torre. “Quiero recordar a una persona muy querida y conocida, Pocho Lepratti, que inmortalizó León (Gieco) y que una canción extraordinariamente triste se transformó en un canto a la esperanza, y nos acompañó toda la campaña”, dijo Binner.
“No nos une el resentimiento ni la venganza, tal vez todos tengamos un poco que ver con que Pocho no esté vivo, necesitamos que sus ideas florezcan”, sostuvo emocionado al recordar al militante social asesinado por la policía durante las trágicas jornadas del 19 y 20 de diciembre.
“Tenemos una gran confianza del pueblo depositada en nosotros y vamos a trabajar para construir solidaridad, trabajo, para tener mejores escuelas, más hospitales y llevar a delante lo planteado en el programa, y lo vamos a cumplir”, cerró Binner y desató una fiesta que prometía prolongarse hasta la salida del sol.
A pocas cuadras de allí, en el microcentro de la ciudad, el cuartel justicialista vivía una pesadilla desconocida: una derrota en las elecciones provinciales, un hecho sin precedentes en la política santafesina.
“La derrota, a diferencia de la victoria, tiene un solo padre; si alguien no dio la talla, ése he sido yo”, dijo un Bielsa disfónico, ya sin sacar pecho. “Felicito al doctor Binner por haber obtenido la victoria y le deseo la mejor de la suerte”, dijo el diputado por la Capital Federal, que anticipó que “presentaré mi renuncia a la banca de diputado nacional”, al ser consultado por su futuro político.
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