Macri: "Ayudaremos a construir una alternativa para octubre"

Fue directo del escenario de Che Tango a la pequeña sala donde lo esperaban Clarín y otros medios gráficos y entró con la excitación en el cuerpo. No se privó de bailar todavía un instante para los periodistas, como lo acababa de hacer para los militantes y las cámaras de TV. Se abrazó con Fernando Marín —empresario y ex gerenciador de Racing— y recién entonces Mauricio Macri bajó un cambio para hablar, como un sereno pero muy firme opositor a Néstor Kirchner. Como pocas veces lo había hecho durante la campaña.


Cuando se lo consultó por la elección presidencial, de hecho, no ocultó que estará en la vereda de enfrente a la del Gobierno: "Vamos a tomar posición y a ayudaremos a construir una alternativa para octubre. Pero tenemos tiempo, no hay que precipitarse".


—El triunfo del PRO, sumado al del ARI en Tierra del Fuego, ¿puede marca el inicio de una caída del kirchnerismo?


—No podemos ser tan dramáticos. Pero estamos seguros de que la gente quiere un cambio. Quiere más respeto más tolerancia, más diálogo, menos confrontación, menos violencia y menos resentimiento. Ya no quiere que le hablen de modelos teóricos abstractos. Lo que quiere es que les hablen de sus problemas y les digan cómo se los van a resolver. Llegó la hora de hablar menos y de hacer más.


—¿El Gobierno salvó la ropa con el porcentaje que sacó Filmus?


—Eso interpretación se las dejo a ustedes. Lo que me dolió mucho, honestamente, fue que se diga que los que piensan votaron por ellos. Me pareció un poco agresivo decirle al 60% de la población porteña que no piensa. El 60% de la cultura, de la investigación, de la educación, de los que empujan la ciudad decidió que nuestra alternativa era mejor. Yo respeto enormemente a los que pensaron que darle la confianza al oficialismo estaba bien. Debemos respetar la diversidad.


—¿Va a hablar con Kirchner?


—Vamos a mandarle mañana (por hoy) una carta oficial para reunirnos. Esperemos que sea esta semana.


—¿Qué le va a decir?


—Es una sorpresa. Si no va a ser una reunión muy aburrida.


—¿Lo puso contento el resultado de Tierra del Fuego?


—Me cayó bien en términos de que me dieron mucho rechazo todos los episodios de corrupción que se difundieron. Ahora tiene la señora Ríos un enorme desafío porque debe gestionar. Tiene que pasar de la propuesta a la realidad y de la teoría a la práctica.


—¿Qué proyección a nivel nacional le da a usted el triunfo?


—Que el país entero va a esperar que el PRO cumpla en Buenos Aires. Y tenemos que trabajar mucho para cumplirle a todos los vecinos de la Ciudad.


—¿Por qué dijo que el siglo de los derechos humanos fue el siglo pasado?


—Porque el Siglo XXI está marcado por el hecho de que además de derechos tenemos obligaciones, para convivir en sociedad.


—¿Qué va a pasar con los que corten calles para protestar?


—Deberán pedir permiso, como marca el Código de Convivencia.


—¿Habló con Telerman?


—Sí. Me llamó y me felicitó. Esta semana vamos a reunirnos. Todavía no acordamos un día.


—¿Lo preocupan las cuentas de la Ciudad?


—No, porque el actual jefe de gobierno dijo que va a cumplir y va a entregar una Ciudad que esté en orden. Creemos en la gente y apostamos a que él cumpla.


—¿Cuáles serán sus tres primeras medidas de gobierno?


—Tenemos tiempo, muchos meses hasta diciembre. Antes de que asumamos van a saber todo.