La locomotora brasileña no se detiene
Por primera vez, el gigante del Mercosur invierte más en el exterior que fronteras adentro.
«dP«Dor la compra de empresas en el exterior, Brasil pasó a ser un inversionista importante a nivel mundial y de primer orden en América latina. Colocó fuera de sus fronteras 28.000 millones de dólares en 2006.
Así, por primera vez, las inversiones hechas por empresas brasileñas en el exterior superaron a las recibidas desde el extranjero. Es lo que confirma el "Informe Mundial de Inversiones" que elaboró y autorizó la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Comercio y Desarrollo (UNCTAD).
El avance persistente de Brasil se debió, principalmente, a la adquisición de la minera canadiense Inco por parte del gigante Compañía Vale do Río Doce, en 17.000 millones de dólares.
Hay otros 11.000 millones de dólares más que se fueron al extranjero. Y ahí hay que computar la compra de empresas argentina por parte de sus pares brasileños, como el reciente caso de Alpargatas, Loma Negra y varios frigoríficos.
También es muy fuerte la presencia brasileña en el mercado inmobiliario argentino y en las producciones primarias en las zonas limítrofes. El calzado deportivo en nuestro país está controlado, en gran parte, por Brasil.
Brasil tiene dos empresas entre las 25 mayores no-financieras del mundo, con Petrobras en el lugar número 13 y Vale do Río Doce en el 18.
A su vez, junto a México, y con 19.000 millones de dólares, Brasil fue el destino principal de las inversiones extranjeras canalizadas hacia América latina. En esa materia hubo un incremento del 25 por ciento respecto de los volúmenes operados en 2005. En total, el sur del nuevo continente recibió 84.000 millones de dólares de flujos extranjeros, con una suba del 11 por ciento respecto de 2005. En Chile se acrecentaron un 14 por ciento siempre con relación al año anterior. En Paraguay entre un 33 y 34 por ciento más. En Uruguay hubo evidentes sorpresas: un 62 por ciento más de inversiones que en 2005.
En la Argentina, el ingreso de inversión foránea directa se mantuvo relativamente estable en 2005, con una leve baja del 4 por ciento.En 2006 llegaron activos por 5.500 millones de dólares. En otras palabras, se acrecentó la distancia de Brasil con la Argentina como receptor y exportador de inversiones directas.
Todo esto habla a las claras de la internacionalización de la economía brasileña, con un ida y vuelta muy significativos. Porque no sólo recepciona más fondos externos sino que además las empresas extranjeras reinvierten más sus utilidades dentro de Brasil. Paralelamente las compañías brasileñas se expanden por el mundo, con inversiones reales.
Quienes subestiman el crecimiento brasileño olvidan que Brasil se expande a tasas moderadas, pero en forma constante, sin espasmos, a diferencia de la Argentina, donde los períodos de alzas conviven con otros de fuertes caídas. Eso sucedió en 1995 y en el período 1998-2002.
Hay que señalar, por otra parte las características del comercial bilateral. Sigue marcando un avance de los productos manufacturados brasileños en el mercado argentino, mientras la Argentina continúa con sus ventajas primarias.
El saldo argentino es deficitario en todos los casos, con excepción de los productos primarios. Buenos Aires no evita el déficit con Brasil en materia de manufacturas, contando en ese rubro la tecnología baja, intermedia y alta, que asciende a 3.321 millones de dólares. Hay que contar entre ellos los automóviles, vehículos de pasajeros, autopartes,
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