Argentina: Datos alarmantes sobre trabajo infantil
Las chicas y chicos menores de 14 años que trabajan como "cartoneros" están a cargo del 60 por ciento de las tareas de recuperación y reciclaje de residuos. Además, el 21 por ciento de los niñas y niños menores de 13 años realizan tareas domésticas diez o más horas por semana.
Los datos, alarmantes, son del último relevamiento oficial de trabajo infantil hecho en el país. En Jujuy, Salta, Tucumán, Formosa, Chaco, Mendoza, el Gran Buenos Aires y Capital Federal, adonde 4 millones de menores de 17 años trabajan, cien mil de ellos en la recolección de basura. Indicadores que ayer ilustraron la magnitud de una problemática -que cuenta con escasas políticas públicas-, durante un seminario que organizó la Organización Internacional para las Migraciones, la Comisión Nacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (CONAETI), la OIT, Unicef y Fundación Telefónica.
"Para el Estado, el trabajo infantil debiera erradicarse y prevenirse. Para las organizaciones no gubernamentales habría que reconocerles a los chicos el derecho a trabajar y sindicalizarse porque con lo que obtienen logran soluciones coyunturales", puntualizó Marita Varela, técnica de la CONAETI. Destacó también que el trabajo infantil suele asociarse sólo con causas económicas. Cuando en realidad depende también de aspectos culturales como la más reciente "naturalización" del trabajo infantil ocurrida en las grandes ciudades del país después de la crisis de 2001. "Naturalización" que en las zonas rurales tiene más de cien años.
"Hay insuficiencia de políticas públicas universales capaces de crear mejores condiciones para el conjunto de la población. También existen incongruencias normativas y los controles son deficientes", reconoció Varela.
Susana Santomingo, secretaria técnica de la Coordinadora de Centrales Sindicales del Cono Sur, enfatizó el valor de la labor de las ONG en la erradicación del trabajo infantil. Pero advirtió que es muy importante que las acciones de las ONG se articulen con políticas públicas, porque de lo contrario "se individualizan y en los mismos basurales donde se rescataron tres niños, mañana aparecen cinco", ilustró.
Los datos, alarmantes, son del último relevamiento oficial de trabajo infantil hecho en el país. En Jujuy, Salta, Tucumán, Formosa, Chaco, Mendoza, el Gran Buenos Aires y Capital Federal, adonde 4 millones de menores de 17 años trabajan, cien mil de ellos en la recolección de basura. Indicadores que ayer ilustraron la magnitud de una problemática -que cuenta con escasas políticas públicas-, durante un seminario que organizó la Organización Internacional para las Migraciones, la Comisión Nacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (CONAETI), la OIT, Unicef y Fundación Telefónica.
"Para el Estado, el trabajo infantil debiera erradicarse y prevenirse. Para las organizaciones no gubernamentales habría que reconocerles a los chicos el derecho a trabajar y sindicalizarse porque con lo que obtienen logran soluciones coyunturales", puntualizó Marita Varela, técnica de la CONAETI. Destacó también que el trabajo infantil suele asociarse sólo con causas económicas. Cuando en realidad depende también de aspectos culturales como la más reciente "naturalización" del trabajo infantil ocurrida en las grandes ciudades del país después de la crisis de 2001. "Naturalización" que en las zonas rurales tiene más de cien años.
"Hay insuficiencia de políticas públicas universales capaces de crear mejores condiciones para el conjunto de la población. También existen incongruencias normativas y los controles son deficientes", reconoció Varela.
Susana Santomingo, secretaria técnica de la Coordinadora de Centrales Sindicales del Cono Sur, enfatizó el valor de la labor de las ONG en la erradicación del trabajo infantil. Pero advirtió que es muy importante que las acciones de las ONG se articulen con políticas públicas, porque de lo contrario "se individualizan y en los mismos basurales donde se rescataron tres niños, mañana aparecen cinco", ilustró.
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