quinta-feira, 16 de agosto de 2007

La banca europea pierde casi el 10% del valor en Bolsa por la crisis de las hipotecas

El País (España)

Estados Unidos fue el origen del terremoto financiero que ha desatado la llamada crisis de las subprima, los préstamos concedidos a clientes de dudoso historial crediticio. Pero la onda sísmica ha alcanzado de pleno a la banca europea. Las 15 mayores entidades europeas han perdido más de 100.000 millones de euros, el 9,4% de su valor bursátil, desde el inicio hace un mes de la tormenta financiera, cuyo pistoletazo de salida dio el banco de inversión Bear Stearns al anunciar la pérdida total de valor de dos fondos de alto riesgo.

Las entidades más afectadas han sido las que estaban directamente expuestas porque contaban con fondos respaldados por hipotecas subprima. El castigo ha sido especialmente serio para el suizo UBS, los franceses BNP Paribas y Société Générale, y el británico Barclays. Los dos grandes bancos españoles, BBVA y Santander, que han negado por activa y por pasiva ninguna implicación en las subprima, han sido de los menos castigados, con caídas del 7% y del 5%, respectivamente.

UBS fue uno de los primeros en pagar los platos rotos. El banco anunció el cierre de su filial de fondos de alto riesgo Dillon Read Capital Management y relevó a su máximo ejecutivo. Su cotización ha caído en un mes un 15,8%. La de BNP Paribas ha retrocedido un 14%, tras el anuncio de que congelaba tres fondos con títulos adosados a créditos inmobiliarios.

Barclays, salpicado por la insolvencia de los fondos de Bear Stearns, ha caído un 13%, y Deutsche Bank, que admitió que su fondo Dws Abs Fund había perdido un 30% de su valor desde principios de agosto, cae un 13,5%.

El nerviosismo entre los responsables de los grandes bancos es tal que ayer mismo Société Générale, que ha caído un 15,8% desde el inicio de la crisis, desmintió que tuviera inversiones en productos relacionados con las subprima.

No obstante, los descensos bursátiles también han significado buenas noticias para los bancos inmersos en adquisiciones. Como el Santander, que en consorcio con Royal Bank of Scotland y Fortis, ha comprado 40,7 millones de acciones de ABN Amro a un precio inferior en un 14% al que ofrece el consorcio en su OPA por el banco holandés. Santander y sus socios anunciaron ayer que no reducirán su oferta a pesar de que ABN acordó el pago de un dividendo de 58 céntimos por acción y a pesar de que la oferta de su competidor Barclays es ahora menos atractiva por la pérdida de valor en Bolsa. La entidad británica ofrece una parte en acciones propias, mientras que la del consorcio es toda en líquido.

También aprovechando la crisis, el banco islandés Kaupthing Bank anunció ayer la compra por 3.000 millones de euros del banco de inversión holandés NIBC Holding, afectado por la crisis del mercado crediticio estadounidense.

El temor a que la crisis se ahonde está muy presente en la mente de los inversores, alentados por nuevas señales de alarma. Como la que protagonizó ayer el fondo Kohlberg Kravis Roberts (KKR). Su filial KKR Financial Holding reconoció unas pérdidas de 40 millones de dólares (30 millones de euros) por las hipotecas basura, y advirtió que puede perder el equivalente a otros 150 millones de euros más.

No obstante, la principal preocupación es que los bancos centrales siguen inyectando dinero para suplir el papel que deberían cumplir las entidades privadas pero que prefieren nadar y guardar la ropa aún a costa de poner en jaque el sistema. Ayer, la Reserva Federal de Estados Unidos realizó una nueva inyección de 7.000 millones de dólares (5.190 millones de euros). El banco central estadounidense ha puesto ya a disposición del mercado a un total de 71.000 millones de dólares (50.000 millones de euros).

El Banco Central Europeo y el japonés se tomaron ayer un respiro, aunque el Gobierno nipón se vio obligado a lanzar un mensaje de tranquilidad por boca del primer ministro, Shinzo Abe.

Falta le hace esos mensajes de sosiego ante la jornada negra que vivieron las Bolsas asiáticas, todas ellas con pérdidas superiores al 2%, aunque mercados como el de Yakarta cayeron un 6,4%. El selectivo Nikkei de la Bolsa de Tokio está en su peor nivel desde el 8 de diciembre, y muchos valores registran mínimos de varios meses, sobre todo bancos como Sumitomo y Mitsubishi UFJ, o gigantes exportadores como Toyota o Sony. El moderado repunte de ayer de Wall Street puede calmar las aguas.

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