Los encuestadores ya ajustan sus números para escaparse del papelón

JEFE DE GOBIERNO JORGE TELERMAN, PRESIDENTE DE BOCA MAURICIO MACRI Y MINISTRO DANIEL FILMUS

En los últimos días, la mayoría de los resultados empezaron a dar parecido. Tienen ventaja muy fuerte de Macri y le dan chance a Filmus para llegar segundo. En los últimos días de la campaña porteña los encuestadores emprendieron una corrida más o menos desesperada para escaparle al papelón.

Los sondeos que comenzaron a fluir desde el lunes sobre las redacciones, y ayer fueron inundación, terminan resultando parecidos entre sí. Y, en algunos casos, bien diferentes a los que esos mismos especialistas habían difundido poco tiempo atrás.

No deja de ser una buena noticia. El uso impúdico de las encuestas como herramienta de propaganda reconoce al menos un límite: el buen nombre que la mayoría de los encuestadores parece querer preservar, por su honor y por los negocios futuros que podrían caerse, si el resultado electoral difiere demasiado de sus predicciones.

Hay un primer denominador común: casi todas las mediciones tienen a Mauricio Macri en alza y con un mínimo del 35% de intención de voto para el domingo. Lo nuevo es que algunas proyecciones lo dan tocando o aun superando la barrera del 40%, lo que podría colocarlo más cerca de la victoria final. Ese pronóstico favorable a Macri figura en algunas encuestas del kirchnerismo, y en la medición que la consultora de Julio Aurelio hace para el macrismo y cuyos resultados se guardan bajo siete cerrojos informáticos. En su informe de anoche a sus contratantes, Aurelio proyectó una intención de voto entre 41% y 42% para Macri.

El otro denominador común, o casi, es que Daniel Filmus por primera vez parece tener chance de llevarse el segundo puesto, superando por un margen muy estrecho a Jorge Telerman. Desde el comienzo, y hasta que selló su acuerdo con Elisa Carrió y empezó a recibir el fuego graneado de la campaña negativa kirchnerista, Telerman lo había aventajado con claridad. Este duelo político, el más interesante de la primera vuelta, tiene todavía un final impredecible porque las diferencias están dentro del margen de error de cualquier encuesta seria.

Por cierto, los sondeos pagados por Telerman lo dan segundo al jefe de Gobierno. Y lo dan generosamente: siete puntos de diferencia le otorgan dos mediciones propias, una ventaja que sólo encontraron esos especialistas. Leia mais aqui no jornal Clarín