Siete de cada diez hombres no colaboran en las tareas de la casa
Es la primera vez que oficialmente se aborda el tema. Un número tan alto es un alerta. Según la Organización Mundial del Trabajo, la doble tarea de las mujeres es otra forma de discriminarlas y sacarles horas de descanso.
por Pilar Ferreyra
Jornal Clarín de Argentina
Casi el 70 por ciento de los varones declara no hacerse cargo, ni menos ayudar en la realización de las tareas del hogar. Y el 60 por ciento de las mujeres explican que son ellas las que se ocupan de hacerlas. Los datos, ambos fácilmente identificables, sorprenden por la magnitud y revelan un problema que limita —cada día más— el tiempo de descanso y de ocio que tienen las argentinas.
Las cifras corresponden al último trimestre de 2006 de la nueva Encuesta Permanente de Hogares (EPH) cuya muestra incluye 25.000 familias de 28 conglomerados urbanos de la Argentina. Se trata —además— de la primera vez que la EPH indaga sobre quién realiza estas tareas. El fenómeno también fue subrayado en el capítulo argentino sobre discriminación laboral en el informe global 2007 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Un documento que se presentó la semana pasada.
La creencia de que las tareas del hogar y la crianza de los chicos corresponde a la mujer es centenaria y no es una representación exclusivamente masculina: muchas mujeres opinan igual. Pero, actualmente, el conflicto que suscita esta desigualdad en la carga de las responsabilidades hogareñas y del cuidado de los hijos es cada vez más preocupante. Sobre todo porque la incorporación de la mujer al mercado laboral no cesa. Entre 1980 y 2006 el peso relativo de las argentinas mayores de 14 años que trabajan o están buscando trabajo creció un 52% (ver Infografía...). De modo que muchas de las 5,8 millones de mujeres que trabajan o buscan empleo tienen sobre sus espaldas una doble carga: salir a trabajar y la casa y los hijos.
¿Cómo resolver esta encrucijada? Desde la política y la academia muchos aconsejan la creación del salario del ama de casa. Otros proponen acciones de políticas públicas (licencias parentales y más guarderías). Reformas que mejoran la inserción femenina en el mercado, pero que —al igual que el salario del ama de casa— "no pone en tela de juicio la iniquidad de la distribución de las responsabilidades domésticas", analiza la economista Corina Rodríguez Enríquez, consultora a cargo del informe argentino de la OIT. "Las mujeres —explica— subsidian con su trabajo no remunerado el funcionamiento del sistema económico", explica. Leia mais aqui
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