sábado, 3 de novembro de 2007

La memoria como derecho humano

Civilización y Barbarie

La cita es el próximo miércoles 7 a las 6 de la tarde, allí donde la costanera porteña se junta con la calle Obligado, al costado de la Ciudad Universitaria. Exactamente en el predio junto al río donde se alza el Parque de la Memoria.

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A esa hora se inaugurará el Monumento a las Víctimas del Terrorismo de Estado.

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Fotografías de Marcelo Brodsky

No es casual su emplazamiento junto al Río de la Plata: en sus aguas fueron arrojadas muchas de las víctimas a las que se recuerda.

La Comisión Pro Memoria nos explica que el monumento fue diseñado "como un corte, una herida abierta en una colina de césped. La intervención paisajística y el trazado recrean el esfuerzo necesario para la construcción de una sociedad más justa y la herida causada por la violencia ejercida por el Estado.



Los nombres de los detenidos desaparecidos y asesinados se asientan sobre estelas de pórfido patagónico a lo largo de un recorrido que comienza en una de las plazas y termina en la rambla, sobre el río. Un recorrido en rampa, procesional, lleva al encuentro con los nombres".

El parque consiste en un grupo de esculturas que apuntan a generar una reflexión en los visitantes en torno al pasado reciente.

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Obra de Dennis Oppenheim

Doce de ellas fueron elegidas mediante el Concurso Internacional "Parque de la Memoria" en el que se presentaron 665 proyectos, provenientes de 44 países.

Los artistas seleccionados fueron: Claudia Fontes, Marie Orensanz, Clorindo Testa, Marjetica Potrc, Dennis Oppenheim, Nicolás Guagnini, Germán Botero, Norberto Gómez, Grupo de Arte Callejero, Nuno Ramos, Juan Carlos Distéfano, Per Kirkeby ,Jenny Holzer, Rini Hurkmans, Leo Vinci, Roberto Aizenberg, Magdalena Abakanowicz y William Tucker.

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Boceto de la obra de Guagnini

De las todas ellas ya están emplazadas tres: la de William Tucker (El Cairo, 1935. Victoria 2001, hormigón blanco y piedra partida 7,60 x 6 x 1,30 m), la de Dennis Oppenheim (Washington, 1938. Monumento al escape 2001 1999, acero, vidrio coloreado y materiales varios 6 x 7 x 2,80 m) y la de Roberto Aizemberg (Entre Ríos, 1928, "Sin título", 2003, bronce laminado 3,90 x 5 x 1,70 m).

Antes de fin de año, se inaugurará la diseñada por Nicolás Guagnini (Buenos Aires, 1966. 30.000 25 columnas de acero de aproximadamente 4 m de altura).

Dice Guagnini, cuya obra reconstruye el rostro de su padre desapareido, en la memoria sobre su proyecto: "A medida que el espectador se desplaza alrededor del cubo comienza a percibir fragmentos, e inclusive repeticiones y distorsiones del rostro, que aparece y desaparece alternativamente en el paisaje del río. Existe un punto de vista ideal que permite la reconstrucción del rostro, de la memoria. Como conclusión a mis motivaciones para realizar esta obra y participar de este concurso quiero señalar que, si bien creo firmemente que desde el campo del arte se puede aportar a la elaboración del inmenso trauma social ocasionado por el genocidio, la única verdadera justicia con la memoria de los desaparecidos es el esclarecimiento de su destino, caso por caso, y la punición legal correspondiente a los culpables, cualesquiera fuese su grado de participación."

"Caso por caso y punición legal": dos ideas que me gustaría que brillasen más allá del parque.


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