BRASIL-ARGENTINA De la desconfianza a la solidez

Materia do jornal Clarín de Argentina

de Walter Curia
wcuria@clarin.com

Cuando todavía ocupaba la secretaría política del Mercosur, Duhalde confesó que Lula le pidió consejo sobre cómo tratar a Kirchner. Se ignora si Duhalde se lo dio, pero no mucho más tarde la relación entre los dos presidentes dio un vuelco: pasó de la desconfianza y la frialdad a consolidarse como principal sostén de la sólida relación bilateral.

Hay que volver a ese entonces. Arropado por los centros financieros internacionales, en setiembre de 2003 Lula escatimó una señal de respaldo a Kirchner en su difícil negociación con el FMI, central para la estrategia de renegociación de la deuda argentina en default. Kirchner le recriminó duramente a Lula su falta de apoyo durante una reunión en Nueva York, al mes siguiente. "Va a terminar como Menem", se le oyó decir en privado, más tarde.

Kirchner supo temprano que la disputa por el liderazgo regional con Brasil era inútil: la bisagra de la relación llegó al año siguiente cuando los dos países acordaron en Río una declaración en la que prometían actuar de manera coordinada frente al Fondo. Con diferencia de horas, anunciarían a fines de 2005 la cancelación de sus deudas con el organismo. Lula lo hizo primero: dicen que Cristina se lo reprochó a su marido. Igual de significativa fue la decisión de Lula de acceder a la firma de un acuerdo para limitar las importaciones brasileñas a la Argentina, en busca de corregir las asimetrías entre los dos países. Aquel acuerdo, celebrado por los empresarios aquí y denostado entre los industriales paulistas, no explica sin embargo el fuerte saldo en rojo para la Argentina en la balanza comercial.

Las diferencias en materia comercial se trasladaron a la OMC: ayer, el secretario de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería, Alfredo Chiaradía, cuestionó el liderazgo del llamado G-4 en las negociaciones de la Ronda de Doha. Fue un velado reclamo a Brasil, que lo integra, a horas de la llegada de Lula.

Dicen que quien ha hecho mucho por la relación entre Kirchner y Lula, quien rompió el hielo, fue Hugo Chávez. Por amor y por espanto.